martes, 23 de octubre de 2012

NOVIAZGO: LA PERFECCIONISTA

Alicia era una chica muy linda, Dios le había regalado un gracia especial y una hermosura física espectacular, con sus ojos color azul cielo, con una sonrisa perfecta y una mirada especial, ella era linda, muy linda, pero con un pequeño problema: no encontraba al amor de su vida.
La misma belleza de Alicia era un obstáculo para que muchos se acercaran a ella debido al temor de ser rechazados y es que la misma belleza de Alicia producía en cualquiera que quisiera acercarse a ella el temor de no ser de su agrado, por eso pocos se atrevían a acercarse a ella con intención verdadera de demostrarle un interés y cariño cómo para entablar una relación de noviazgo.
Añadido a ese temor que cualquier sentía de acercarse a Alicia, ella padecía de otro problema: Era demasiado perfeccionista, quería encontrar la perfección completa en el chico con el que fuera a entablar un noviazgo, por esa razón ella jamás había tenido novio, quizá uno que otro que se había enamorado de ella o muchos pretendientes, pero ella nunca había entablado una relación seria con nadie, por el mismo hecho de que ninguno llenaba los requisitos que ella necesitaba.
Cada vez que un chico valiente y con buenas intenciones se acercaba a ella para mostrarle interés, ella terminaba encontrándole cualquier defecto, a veces hasta cosas exageradas, entre algunos de los defectos que ella misma decía encontrar en ellos estaban: “No me gusta como se ríe”, “Le falta cabello”, “Sus ojos son demasiados oscuros”, “Uno de sus dientes no esta alineado”, “Sus brazos son demasiados largos”, “Es demasiado dulce que me empalaga”, “Es demasiado posesivo”, “Quiere saber que estoy haciendo en cada momento”, “No me gusta como camina”, “Su voz es demasiado chillona”, “No me gusta como se viste”, “No le veo futuro”, entre muchas otras más.
Alicia estaba obsesionada por encontrar a la “persona perfecta” según ella, por lo que cualquier “defecto” era razón suficiente como para no darle más vueltas al asunto y terminar con el interés de cualquier chico sobre ella.
Así fueron pasando los años, y Alicia de ser una chica joven, comenzó a ser una mujer, ahora a sus treinta y ocho años todavía no ha encontrado al hombre perfecto, su misma insistencia por encontrar la perfección le ha hecho descartar a chicos y hombres muy buenos que en su momento tuvieron muy buenas intenciones hacia ella.
Ahora Alicia vive reclamándole a Dios del por qué no le da al hombre perfecto para ella, sin percatarse que en muchas ocasiones en su vida han llegado hombres con los que hubiera formado una linda familia, pero que su exagerada perfección le encontró algún “defecto” que ella considero que lo descartaba.
Al igual que Alicia hay muchas mujeres y hombres que buscan la perfección en una persona, sin darse cuenta que la perfección total realmente no existe, que solo es un cuento, pero que en la practica todos tenemos algún defecto, pero que sin embargo, nuestras virtudes logran opacar aquellos “defectos” que otros nos puedan ver.
A veces el problema es que buscamos perfección en belleza exterior, y realmente la belleza verdadera es relativa y no depende solamente de lo bien que te veas o lo hermoso que seas, sino de varios factores que si bien incluyen lo exterior, no significa que sea el fin verdadero de la belleza.
La Biblia dice: “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él” (Génesis 2:18). Cuando Dios dijo esto, no dijo: haré una mujer perfecta para Adán, Él se refirió a la pareja de Adán como idónea e idóneo significa: adecuado o apropiado.
Cuando nosotros vamos a buscar a la persona con la que queremos pasar el resto de nuestra vida, tenemos que entender que esa persona lejos de ser totalmente perfecta tiene algunos “defectos”, pero que nuestro mismo amor por esa persona hace que sus virtudes que seguramente también tiene, opaquen a esos “defectos” y más aun cuando en conjunto formamos la pareja idónea, es decir la pareja adecuada y apropiada para enfrentar la vida juntos.
Si hasta el momento sigues buscando la perfección, tengo que ser realista y decirte que difícilmente la encontrarás, quizá pasarás más de media vida buscando, quizá llegarás a ser una persona madura y soltera, porque tu mismo DEFECTO de perfeccionismo te llevará a evitar que encuentres a esa persona IDÓNEA para ti y no perfecta.

Recuerda que Dios te dará lo IDÓNEO y no lo PERFECTO.

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