Hay una cosa que te rehúsas a entender y es que Dios te esta extendiendo su mano, por alguna razón o por simple orgullo quieres ignorar que necesitas su ayuda.
Has tratado por todos los medios de hacer las cosas a tu manera, sin embargo nada ha sido suficiente, mientras tanto Dios sigue con su mano extendida esperando el momento en el que por fin reconozcas que necesitas su ayuda, pues en esa situación solo Dios es capaz de dar una verdadera solución.
¿No te sientes cansado de luchar con eso que parece que te vence?, ¿No te has cansado de intentar en tus propias fueras salir adelante y fallar en el intento?, Entonces, ¿Por qué no aceptas la ayuda de Dios?, ¿Qué es lo que evita que aceptes su mano extendida sobre ti?
Dios como Padre amoroso esta allí viéndote como lo intentas en tus propias capacidades, viendo como te rehúsas a mirar al cielo y observar su mano extendida, ¿Qué quieres demostrar?, ¿Qué puedes solo?, ¿Desde cuando puedes solo?, ¿Se te ha olvidado que todas las veces que has salido adelante de situaciones similares es porque Dios ha actuado de formas sobrenaturales haciendo lo imposible, posible?, ¿Por qué en esta ocasión no vas al único que en verdad te puede dar una solución?
A veces en la vida vamos a intentar orgullosamente salir adelante con todo lo que tenemos, pero en ocasiones ni todo lo que tenemos, ni todas nuestras fuerzas o capacidad serán suficientes para salir adelante y es allí en donde queriendo o no tenemos que alzar nuestros ojos al cielo para darnos cuenta que Dios siempre estuvo con sus manos extendidas queriendo ayudar en aquello en lo que pensábamos no necesitarlo.
Hoy quiero invitarte a reconocer que necesitas la ayuda de Dios, que solo no puedes, que solo con su ayuda puedes salir adelante de todo eso que en este momento te atormenta, no puedes seguir siendo un orgulloso que no quiere reconocer su gran necesidad de Dios, es necesario que por una vez en tu vida saques de donde no tienes un poco de humildad para reconocer que necesitas la ayuda de Dios.
Cuando por fin reconozcas que realmente necesitas de Él y vuelvas a ver al cielo, observaras como su mano Poderosa siempre estuvo allí esperando que aceptaras su ayuda.
Entonces reconocerás lo que el salmista también reconoció:
“Dirijo la mirada a las montañas;
¿de dónde vendrá mi ayuda?
Mi ayuda viene de Dios,
creador del cielo y de la tierra.
Dios jamás permitirá
que sufras daño alguno.
Dios te cuida y nunca duerme.
¡Dios cuida de Israel,
y nunca duerme!
Dios te cuida y te protege;
Dios está siempre a tu lado.
Durante el día,
el sol no te quemará;
durante la noche,
no te dañará la luna.
Dios te protegerá
y te pondrá a salvo
de todos los peligros.
Dios te cuidará
ahora y siempre
por dondequiera que vayas.”
Salmos 121:1-8 (Traducción en lenguaje actual)
Es momento de reconocer la necesidad profunda que hay de Dios en nuestra vida, es momento de sacar la poca humildad que muchas veces nos queda para dejar de ser orgullosos y optar por la ayuda que Dios siempre quiere darnos.
¡Ríndete al Señor hoy!, No te creas sabio en tu propia opinión o no te creas independiente de Él, pues fuiste diseñado de tal forma que existiera en ti una dependencia hacia Él, por lo tanto no niegues tu naturaleza espiritual y no obvies el diseño con el que fuiste creado.
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