Su presencia de repente
Hay una unción que está cayendo
Hay una canción que está corriendo
Se mueve aquí
Se mueve aquí
¡Amén! La palabra de Dios dice que somos templo del Espíritu Santo, por lo tanto, el siempre anda con nosotros, su presencia nos acompaña a donde quiera que vayamos, el nos puede tocar en el momento y en el lugar que desee.
No sé cuantos han experimentado su presencia de repente, el llega y te abraza, te habla y te toca sin muchas veces estarlo buscando, porque él es así de amoroso, el también te anhela, y quiere que le hablas constantemente y le digas cosas lindas, sencillamente, humildemente, Dios mira los corazones.
Su presencia tan sublime quiere que tú la toques, muchas veces nos resistimos o la dejamos a un lado, el quiere que lo anhelemos, la palabra dice que no contristemos al Espíritu Santo, por eso a veces nos visita porque nos ama y anhela estar con nosotros.
Su presencia de repente llega para elevar canticos nuevos, oraciones espontaneas donde las palabras sobran, y a veces es el lenguaje del corazón que se expresa.
Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Hechos 2:2-4.
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